La Organización de Naciones Unidas (ONU) analiza este jueves en el Consejo de Seguridad los ataques contra escuelas en el contexto de conflictos armados, considerándolos una grave violación de los derechos de los niños.

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El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, expresó en un encuentro virtual que “además de privar a millones de alumnos vulnerables del acceso a la educación, esta violencia tiene graves efectos adversos, como el aumento de las tasas de abandono escolar, la interrupción prolongada de la educación, el reclutamiento de niños por grupos armados, los embarazos precoces y la violencia sexual”.

Asimismo, Guterres instó a todos los Estados miembros a cumplir con los compromisos contraídos en el marco de los acuerdos internacionales vigentes, que prohíben los atentados contra el derecho a la educación.

De acuerdo con Naciones Unidas, entre el 2015 y 2019 se registraron alrededor de 11.000 ataques contra centros educacionales debido a los conflictos y la inseguridad, agresiones que pueden adoptar diversas formas, dirigiéndose a establecimientos educativos, estudiantes, docentes y el personal de la enseñanza.

Guterres exhortó a los países a garantizar la prestación de servicios educativos para todos, incluso en tiempos de conflicto, y en particular para los más vulnerables, como refugiados y personas desplazadas.

Resaltó que la alfabetización es un derecho fundamental que es objeto de constantes embestidas, especialmente en las zonas afectadas por conflictos, donde puede llegar a impedir el aprendizaje a poblaciones enteras.

A fines de 2019, se cerraron más de 3.300 escuelas, lo que afectó a casi 650.000 niños y más de 16.000 maestros.