Alrededor de 40 personas murieron y decenas resultaron heridas en la localidad de Nyala, en el oeste de Sudán, debido al segundo gran bombardeo perpetrado por el ejército en ese país.

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Este constituye uno de los más mortíferos desde que empezó el conflicto el 15 de abril, detrás del ocurrido el fin de semana pasada en la ciudad de Jartum que dejó un saldo de 49 fallecidos.

Por su parte, el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) acusó en un comunicado al Ejército de perpetrar los “brutales bombardeos”, con “barriles explosivos” que afectaron a varias zonas de la ciudad.

Asimismo, aseguraron que el ataque aéreo “no hirió a ningún soldado, ni apuntó a las posiciones de sus fuerzas”, en tanto, afirmaron estar “más decididos que nunca a poner fin al control y dominio” de su contraparte, la cual no se ha pronunciado sobre los hechos.

Desde el 15 de abril pasado, el Ejército y las RSF, comandadas por el general Mohamed Hamdane Daglo, exnúmero dos del Ejército y antiguos aliados, están en conflicto.

Se estima que el número de muertos ronda los 5.000, en tanto la Organización de Nacionales Unidas (ONU) ha contabilizado más de 5.1 millón de personas desplazadas y refugiadas.