El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y la vicemandataria Rosario Murillo encabezaron el miércoles la ceremonia por el 41 aniversario de la fundación del Ejército, que se llevó a cabo en la Plaza de la Revolución, en Managua.

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Durante la ceremonia, Ortega entregó la Orden Augusto Sandino, máximo grado Batalla de San Jacinto, al Ejército de Nicaragua, la cual fue recibida por el jefe del cuerpo castrense, general Julio César Avilés.

El jefe de Estado nicaragüense, asimismo, ascendió al coronel Guillermo Patricio López al grado militar de general de brigada.

Al ofrecer un discurso por la efemérides, Ortega, hizo una reflexión sobre las tragedias que embargan a la humanidad, como es la actual pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, y que tienen su origen en el egoísmo y el capitalismo salvaje.

El mandatario del país centroamericano subrayó que en estos momentos difíciles lo que debe hacerse es fomentar la solidaridad.

Lamentó que varios países se creyeran que “por su riqueza material, por su desarrollo económico, por su potencia militar”, ya estaban totalmente libres de cualquier pandemia de ese tipo.

Esos países pensaban que la Covid-19 podría “afectar pueblos africanos y matar millones de gente, que esas pandemias podrían afectar pueblos asiáticos y matar millones de gente, que esas pandemias podían afectar pueblos latinoamericanos y matar millones de gente, como históricamente ha sucedido”, dijo.

“Si no hay un cambio radical en el modelo de desarrollo económico - social, que ponga en primer lugar la salud, que asegure la salud para todos los ciudadanos, en cualquier momento viene otra pandemia, viene otro virus que mutan, no sabemos, y va a provocar entonces igual o mayor daño del que ya está provocando este”, manifestó Ortega.