Al menos 40 personas fallecieron este domingo tras el colapso de una mina de oro ubicada en la provincia de Badakhshan (noreste), Afganistán.

El derrumbe, producto de un gran deslave de arena, sorprendió a un grupo de trabajadores que realizaba labores en la mina situada en la localidad de Kojistán.

El presidente afgano, Ashraf Ghani, manifestó su conmoción por la tragedia y ordenó a las autoridades locales llevar a cabo operaciones de rescate para salvar la vida de un número indeterminado de mineros que se encontrarían atrapados entre los escombros. 

El portavoz de la gobernación, Nek Mohammad Nazar, informó que también se registraron diez trabajadores heridos que se encuentran en grave condición, y no descartó que la cifra de fallecidos pueda aumentar. 

Este tipo de deslizamientos de tierra son muy frecuentes en la región debido a su pronunciada elevación montañosa. Afganistán es un país con abundantes recursos minerales de explotación, sin embargo, el desarrollo de la minería es todavía informal en muchas áreas y en condiciones precarias.

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