México realizó este martes el segundo simulacro por sismo de este 2023, justo un año después de que el país fuera azotado por un terremoto de magnitud 7,7, uno de los más grandes registrados en esa nación en los últimos años.

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Asimismo, en esta jornada, el país recuerda los aniversarios de los terremotos ocurridos en los años 1985 y 2017 de magnitudes 8,1 y 7,1, respectivamente.

De acuerdo con las estadísticas, participaron unas más de nueve millones de personas y al menos 119.000 empresas de todo el país, en la simulación de un terremoto de magnitud 8 en el estado de Acapulco, al sur de ese país.

Asimismo, en la plancha del Zócalo de la capital mexicana se ubicaron dos posibles escenarios, uno relacionado con el derrumbe de una vivienda, y otro con una fuga de gas.

Según las autoridades capitalinas, se emplearon los medios técnicos que se utilizan cuando se producen colapsos en las edificaciones, aun cuando no se hayan producido sismos.

En este sentido, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México (capital), Martí Batres, calificó de exitoso el segundo simulacro nacional en su cuenta de la red social X.

“Reconocemos y agradecemos la participación de 8.6 millones de personas y el registro de 23 mil 980 inmuebles para el simulacro. Así fortalecemos nuestras capacidades de prevención y reacción ante sismos de alta magnitud”, indicó el funcionario gubernamental.

El desarrollo de este simulacro es producto de cinco años de trabajo coordinado entre las instancias federales y locales del país azteca, con el propósito de preparar a los ciudadanos y mostrar los niveles de respuesta que se pueden ofrecer ante una situación de crisis causada por un potente sismo.