Exigir la finalización del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba será, en opinión del Gobierno de México, el tema principal de la llamada Cumbre de las Américas cuyo segmento de alto nivel se inicia este miércoles en la ciudad de Los Ángeles, adelantó el canciller Marcelo Ebrad.

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En esa línea, el enviado especial del presidente López Obrador a la llamada Cumbre de las Américas afirmó: “Cuba es un tema sustantivo y lo va a ser en toda la cumbre. Yo no esperaría, y casi puedo pronosticar, que la mayoría de las y los jefes de Estado se van a referir a esta exclusión como algo indebido. Eso es lo que he escuchado en toda la región.

De acuerdo a Ebrad, "El bloqueo a Cuba, ha significado un sufrimiento indescriptible para la gente. Entonces también el presidente (López Obrador) dice: ‘No estamos dispuestos a iniciar una nueva etapa en América Latina si se asume que esto se va a mantener’".

En ese sentido, el canciller mexicano dijo que "resulta imposible calcular el costo humano del bloqueo: han sido décadas de separación de miles de familias cubanas; sin embargo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha cifrado en 130.000 millones de dólares las pérdidas de la economía cubana a causa de las sanciones estadunidenses: un monto superior a su PIB".

Ebrad salió al paso frente a quienes se cuestionan la postura mexicana en relación con Cuba: "ya se les olvidó que México fue el único país que no votó por sacar a Cuba de la OEA en 1962. ¿Cuál es la mejor política para México? ¿hacer todo lo que Estados Unidos quiera, como si nuestros intereses fueron los mismos? El camino de la complacencia no nos ha llevado a nada, al contrario, ha sido peor", defendió el canciller.

En un artículo independiente, el ministro de Exteriores recordó el discurso pronunciado por el presidente López Obrador el verano pasado ante cancilleres de países integrantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en el cual "propuso un nuevo arreglo interamericano que deje atrás la historia de agravios que caracterizó la relación de Estados Unidos con sus vecinos latinoamericanos durante buena parte de los últimos 200 años", explicó.

Cuestionó, por otra parte, a los círculos de poder que lo llaman a mantener un bajo perfil en las relaciones con EE.UU.: "¿Por qué vamos a callarnos con respecto a lo que pasa en Cuba en aras de que no nos ataquen? ¿Sabes por qué?, porque la sumisión te hace no confiable para nada, ni para los que te apoyan ni para los que se contraponen. Nunca saben lo que piensas o que significas. Por eso el presidente ha hecho muy bien en decir lo que piensa".

El canciller concluyó su posicionamiento en los términos siguientes: "Para nosotros resulta claro: creemos que una América de todos y para todos es posible". 

El lunes, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó que no asistiría a la llamada Cumbre de Las Américas, en Los Ángeles, luego que la Casa Blanca decidiera finalmente excluir de esa reunión a las  representaciones de Cuba, Venezuela y Nicaragua.