El presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, admitió este martes la posibilidad de celebrar elecciones anticipadas si fuera aprobada una reforma constitucional en el país europeo, el cual vive una crisis luego de la última elección presidencial.

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Las declaraciones llegaron en una conferencia con medios de prensa de la vecina Rusia en las cuales Lukashenko dijo que las manifestaciones que se registran en varias ciudades del país después de las elecciones del 9 de agosto, son responsalibidad de Estados Unidos, país al que acusó como el ente organizador detrás de las protestas, reiteró.

Lukashenko defendió su gestión al frente del poder Ejecutivo de Minsk y, en ese sentido, expresó que "muchas personas olvidaron qué cosa era Belarús  20 años atrás", por lo cual se consideró a sí mismo como responsable del desarrollo de esta nación. Por ello, "no puedo abandonar mi puesto así no más", expresó el mandatario.

El presidente bielorruso remarcó que de ninguna forma considera a los participantes en las protestas, en un inicio violentas, como interlocutores válidos para un diálogo, pues "todo lo que proponen esos opositores es una catástrofe para Belarús y su pueblo", manifestó.

Según Lukashenko, el objetivo final de los promotores de la desestabilización en Belarús es Rusia, que  buscan que lo ocurrido en Minsk se pueda repetir en la vecina nación y, en ese sentido, subrayó la necesidad de la cooperación y el apoyo mutuo entre ambos países.

El mandatario bielorruso reiteró que el escenario de unas elecciones anticipadas sería posible solo si cambiaran las reglas del juego a través de un proceso de reforma constitucional.