Lengua de Señas: El arte de expresarse más allá de las palabras
Al menos 70 millones de personas en el mundo sufren de alguna discapacidad auditiva, por lo que utilizan el lenguaje de señas para comunicarse con otros, sin necesidad de usar el recurso verbal logran expresarse a través de sus manos.
La mayoría de la población desconoce que la lengua de señas como todo proceso de comunicación cuenta con códigos, sintaxis y un conjunto de reglas que hacen de esta expresión corporal todo un arte comunicacional, no solo para la comunidad sorda, sino también para sus familiares y amigos.
El director del Centro de Investigación y Desarrollo para la Persona Sorda de Uruguay, Cándido Bogliacino, explicó que el lenguaje de señas es una lengua materna o natural aprendida y usada por más de 360 millones de personas en el mundo que en su mayoría sufren de sordera profunda, quienes no pueden aprender hablar por no tener noción del sonido desde el nacimiento.
>> Inicia en Cuba Festival Nacional del Humor Aquelarre 2018
La particular forma de "hablar" la emplean con gestos-espaciales (manos, brazos) y percepción visual como canal de comunicación, hasta para establecer una extensa conversación, ya que estas comprenden desde el abecedario, los colores, frases y todas las palabras usadas por el lenguaje oral.
Incluso los nombres propios de las personas que se asignan por la característica física más representativa de la persona u otra cualidad conocida.
La lengua de señas ha logrado captar la atención de miles de personas quienes sin necesidad de tener alguna discapacidad auditiva se han dispuesto aprender un idioma que debería ser universal para garantizar la inclusión de la comunidad sorda mundial.
"La lengua de señas es una lengua natural (...) principalmente de quienes son personas sordas congénitas, (...) en la medida que se visualiza más, hay más gente aprendiéndola", agregó Bogliacino.
La personas con discapacidad para oir antes eran denominadas como sordomudas, sin embargo, esta calificación se ha eliminado por considerarse como un termino de discriminación.
Asimismo, en distintos países del mundo se han ido incorporando como un idioma oficial para romper las barreras de marginación impuestas contra las personas con sordera.