Jóvenes cubanos echan al mar yate Granma simbólico
Fue en homenaje a los cinco años de la muerte del Comandante Fidel Castro y los 65 años de la salida del Granma de México.
Jóvenes cubanos y de otros países de América Latina y el Caribe, presentes en La Habana, rindieron este jueves un homenaje al líder histórico de la Revolución Cubana al echar al mar un yate Granma simbólico, hecho por el destacado artista de la plástica Alexis Leyva Machado, Kcho, especialmente para la ocasión.
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La botadura simbólica fue el final de una marcha que desde el 26 de noviembre de 2016, pocas horas después de la muerte del comandante en jefe de la Revolución Cubana, realizaron un grupo de jóvenes aglutinados en el Proyecto Nuestro América.
La de este jueves contó con la participación de redes cubanas y latinoamericanas de educadores populares, teólogos de la liberación y otros jóvenes activistas aglutinados en grupos de defensa de la Revolución Cubana, como los llamados "pañuelos rojos".
Estos realizaron hace dos semanas una sentada simbólica en el Parque Central de la capital cubana, la cual contó con la participación del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
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— Fabiola López (@FabiolateleSUR) November 25, 2021
La marcha estuvo precedida por acciones de toma de calle e intercambio con transeúntes, las cuales sirvieron para la divulgación de las ideas fundamentales del líder revolucionario cubano.
A lo largo de la céntrica avenida 23 de la capital cubana, se escucharon las consignas históricas de la Revolución Cubana como: "¡Si Fidel es comunista, que me pongan en lista", así como un llamado simbólico: "Compañero Fidel Castro; ¡presente! ¡ahora y siempre!".
Para este ocasión, el artista plástico Kacho, de reconocida trayectoria artística y líder de un proyecto de desarrollo comunitario conocido como Museo Orgánico de Romerillo, en el oeste de la capital cubana, confeccionó el yate Granma simbólico, que fue echado al mar en conmemoración de la salida del bote original desde Tuxpán, México en esta misma fecha de 1956.
En la embarcación se trasladaron a Cuba los primeros combatientes del Ejército Rebelde, comandados por el propio Fidel Castro, para iniciar la última etapa de la guerra nacional de liberación.