Luego de 197 días de agresión sionista contra la Franja de Gaza, miles de israelíes se movilizaron nuevamente este sábado en Tel Aviv, Jerusalén y otras ciudades para exigir la celebración de elecciones y un acuerdo con la resistencia palestina que permita la liberación de los rehenes que continúan retenidos en aquel territorio.

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Miles de manifestantes protestaron en la Plaza de la Democracia, en Tel Aviv, para demandar el adelanto de elecciones y la dimisión del Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, a quien responsabilizan de que los rehenes no hayan regresado aún adonde sus familias.

Entre otros eslóganes, repitieron: "El que los abandonó, debe traerlos de regreso", en alusión al jefe de Gobierno, a quien consideran más interesado en mantenerse en el poder que en hallar una fórmula para dialogar con el movimiento de resistencia islámica palestino Hamás y liberar a los rehenes.

Por su parte, los familiares de los rehenes, que realizaban una protesta aparte y luego se integraron a la movilización mayor, criticaron a Netanyahu por la falta de avances luego de casi 200 de escalada agresiva contra Gaza, con saldo de más de 34.000 palestinos asesinados.

De acuerdo con medios locales, en Jerusalén cientos de personas se congregaron frente a la residencia oficial de Netanyahu y le exigieron sentarse a la mesa de negociaciones con Hamás.

Además, se reportaron protestas de miles de personas en la ciudad de Haifa y Cesarea, donde Netanyahu tiene una residencia privada, y de otros centenares en Beersheva.

El viernes, decenas de familiares de los rehenes en Gaza y un grupo de activistas bloquearon la principal carretera entre Tel Aviv y Jerusalén. Quemaron barriles colocados en medio de la arteria,  portaron carteles exigiendo avances para un acuerdo y cerraron paso al tránsito. La Policía intervino para dispersarlos y abrir el tráfico.