Irán aumenta exportación de petróleo pese a presiones de EE.UU.
Los incrementos de las exportaciones suceden en medio de los diálogos en Viena para retomar el pacto nuclear.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, reveló este viernes que la nación persa aumentó sus exportaciones de petróleo en 40 por ciento, a pesar de las medidas restrictivas unilaterales que impone el Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) contra esa nación.
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En este sentido, precisó que, a pesar de existir interés en abolir las sanciones de Washington en este sector, "las exportaciones de petróleo de Irán han alcanzado tal nivel que ya no nos preocupa. Durante nuestro Gobierno, las exportaciones de petróleo han aumentado en un 40 por ciento. El dinero ganado aquí también regresa al país", dijo.
A pesar de la política de presión estadounidense, el mandatario resaltó que se incrementó la exportación del crudo iraní y, por lo tanto, ya no le preocupan las decisiones de la Casa Blanca.
De acuerdo con un mensaje en sus redes sociales, Raisi comunicó que la industria petrolífera nacional comenzó a normalizar sus ingresos.
Según el jefe de Estado, el incremento en la producción y exportación de crudo desde que asumió en la Presidencia en agosto de 2021 representa una mejoría notable en la economía nacional.
Este incremento sucede en medio de las negociaciones de Irán y el G4+1 (Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania) para salvar el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC), mecanismo que también busca el regreso de EE.UU., algo que, a decir de Raisi, no prevalecerá por encima de la economía de la nación islámica.
“No estamos poniendo todos los huevos en una sola canasta cuando lidiamos con las sanciones impuestas por Washington”, subrayó en alusión a la estrategia iranía de diversificar sus opciones económicas.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, ha amenazado de que si fallan las negociaciones, Washington estaría listo para otras opciones.
La principal exigencia de Irán en la capital austriaca es el levantamiento de las sanciones impuestas por la Casa Blanca al sector petrolero y financiero, así como la verificación y la garantía de que no se vuelvan a aplicar en el futuro.