La Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní condenó la reciente decisión de Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) de establecer relaciones bilaterales con Israel.

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En un comunicado emitido por la comisión plantean que las acciones "constituyen una amenaza para la paz, la estabilidad, la seguridad y la convivencia de los países islámicos, por lo que los gobernantes traidores y criminales de dichos Estados deberán responder por los resultados negativos de la normalización".

Asimismo, refiere que el acercamiento de los aliados de la administración estadounidense al Gobierno de Tel Aviv es un nuevo golpe contra Palestina y una medida que está condenada al fracaso.

Advirtieron que “las consecuencias de cualquier acción provocadora del régimen sionista en la región del Golfo Pérsico recaerán sobre el régimen de Al Jalifa y los Emiratos Árabes Unidos, aliarse con el régimen usurpador y agresor sionista no será eficaz para la supervivencia de los inestables regímenes monárquicos, dictatoriales e impopulares, sino que acelerará su declive”.

Por otra parte, la cancillería iraní expresó su firme condena por la normalización de relaciones entre Bahréin e Israel, refiriendo que la decisión fue "vergonzosa y abyecta" y que "indudablemente, el oprimido pueblo palestino y los musulmanes libres de todo el mundo nunca aceptarán la normalización de relaciones".

Trump, el rey bareiní, Hamad bin Isa Al Jalifa, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, “hablaron y acordaron establecer de forma total las relaciones diplomáticas entre Israel y el reino de Bahréin”.