Desde el pasado jueves un incendio forestal sin controlar afecta el interior de la provincia de Castellón, en España, tiempo en el cual se han quemado unas 4.000 hectáreas.

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Si bien en las últimas horas el área afectada se mantiene en unos 35 o 40 kilómetros, las llamas se caracterizan por su “gran voracidad”, declararon el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán.

En las labores de extinción del fuego, que ha afectado unas 4.000 hectáreas, trabajan 700 personas. De igual manera 1.500 vecinos de la zona de Castellón y 250 de la zona en Aragón han sido desalojados por el siniestro.

Se van a incorporar a todos los medios valencianos y a la Unidad Militar de Emergencias, así como la Guardia Civil, la Policía autonómica y otros organismos colaboradores como Cruz Roja, medios de Castilla – La Mancha, Murcia y se solicitó ayuda de la Comunidad de Madrid.

Puig y Lambán coincidieron en que se trata de un "incendio de sexta generación", unos fuegos que llegan a inicios de la primavera y son cada vez más usuales y llegan a ser incontrolables e inapagables.

El comportamiento del clima, con cargas de humedad de hasta 70 por ciento en algún momento, ha ayudado con la extinción del incendio en Castellón con una “evolución positiva” en el norte, en los límites de la provincia de Teruel.

El Puesto de Mando Avanzado para coordinar la lucha contra el primer gran incendio del año fue establecido en Barracas, Castellón.