La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) de México ha determinado una serie de récords obtenidos por el huracán Otis que en octubre pasado devastó a la ciudad de Acapulco, dejando a su paso 50 muertos, decenas de desaparecidos y graves daños materiales.

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Según el CNPC, a un mes del destructivo paso del fenómeno meteorológico por el estado de Guerrero, Otis se convirtió en el cuarto ciclón tropical en exhibir los vientos más rápidos de la historia a nivel mundial y el segundo con los vientos de mayor velocidad en todo el continente americano.

Datos oficiales determinan que sus ráfagas alcanzaron los 330 kilómetros por hora, colocándolo así en uno de los 15 más fuertes jamás medidos a nivel del suelo en el mundo. Además, fue el primer huracán categoría 5 en impactar en la costa del Pacífico y el más intenso en la era moderna en la costa pacífica mexicana.

Además, desde antes de convertirse en huracán prometía altos índices de desarrollo, pues todavía como tormenta tropical se colocó como el conjunto de más rápido fortalecimiento en el noreste del océano Pacífico, presentando la intensificación más rápida en todos los registros modernos.

Mientras tanto, el estado de Guerrero continúa las labores de reconstrucción. Los trabajos avanzan en diversas áreas, como la limpieza y recolección de basura en la franja costera como en colonias y comunidades. De esa manera, se ha retirado ya un total de 211.300 toneladas de desechos y se han limpiado más de 322 kilómetros de calles y avenidas principales.

A tenor del censo oficial, alrededor de 274.000 viviendas y 47.000 locales sufrieron daños por el paso del huracán Otis y, en cuanto a los servicios básicos, todavía se están restableciendo las comunicaciones por vía terrestre, si bien la gran mayoría ya se encuentra en funcionamiento.