Los sindicatos franceses han convocado un paro a nivel nacional este jueves para protestar contra el proyecto de reforma de las pensiones proyectado por el presidente Emmanuel Macron, con lo cual incumple la promesa de campaña de no hacer tal cosa.

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La procesión parisina partió poco después de las 14H00 local (UTC)  desde la Place de la République. La movilización más importante en París, se ha puesto en marcha una ruta alternativa, ante la impresionante cantidad de manifestantes.

Dos horas después del inicio, 30 personas fueron detenidas al margen de la manifestación, en medio de un dispositivo de 3.000 policías movilizados durante la manifestación solo en París, y se calcula en más de 10.000 en todo el país.

Con más más de 13.000 manifestantes en Pau, 8.000 en Châteauroux o incluso 6.500 en Mulhouse: las manifestaciones superaron las de 2019 en muchas ciudades medianas, según cifras de las autoridades.

En París, los enfrentamientos estallaron a media tarde entre la policía y los manifestantes en los alrededores de la Plaza de la Bastilla, con lanzamiento de proyectiles y uso de gases lacrimógenos. 

Casi tres de cada diez funcionarios (28 por ciento) estaban en huelga a media jornada en la función pública estatal, que cuenta con 2,5 millones de agentes, según cifras comunicadas por la Secretaría de la Función Pública, cinco puntos menos que en 2019.

En la función pública territorial (cerca de 2 millones de agentes), la tasa de huelguistas se sitúa en el 11,3 por ciento y en la función pública hospitalaria (1,2 millones de agentes), alcanza el 9,9 por ciento, dos porcentajes superiores a los del 5 de diciembre de 2019, la primer día de huelga contra el primer proyecto de reforma de pensiones.

Los principales líderes de la izquierda denuncian el "hartazgo" de los franceses y exigen que Emmanuel Macron someta a referéndum su reforma de las pensiones.