Organizaciones de la sociedad civil haitiana, tanto dentro como fuera del país caribeño protestaron el domingo en Washington, Estados Unidos (EE.UU.) y planifican manifestaciones similares en Puerto Príncipe (capital) en contra de los planes de una invasión extranjera.

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Las protestas, en principio, se centran en el apoyo que ha brindado Estados Unidos y otras potencias occidentales al Gobierno interino de Ariel Henry el cual además llegó a pedir el envío de tropas militares a Haití ante el creciente nivel de violencia.

Las manifestaciones se extenderán en una jornada de lunes a lunes, hasta el próximo día 17 bajo el lema "Abajo Ariel Henry, abajo la ocupación", y acusan al Gobierno de estar cada vez más debilitado".

Justo esta semana, el pueblo haitiano tiene más de un mes en las calles reclamando su derecho a una vida más digna, de acuerdo a los convocantes y recuerdan que el país “de una gran revolución antiesclavista está amenazado de una inminente invasión”.

Ello sucede luego que tras haberse difundido la noticia de que Ariel Henry habría renunciado al cargo, la oficina del primer ministro negara el rumor, pero solicitara la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que apruebe el despliegue de más tropas militares extranjeras para recuperar el control de puertos y aeropuertos y estabilizar el suministro de servicios básicos en todo el país.

El jueves pasado el Consejo de Ministros autorizó al primer ministro a "solicitar y obtener apoyo efectivo de los socios internacionales de Haití a través del despliegue inmediato de una fuerza armada especializada en cantidad suficiente para detener, en todo el territorio, la crisis humanitaria provocada, entre otras cosas, por la inseguridad que genera la actuación delictiva de las bandas armadas y sus patrocinadores".

Sin embargo, en respuesta, el Senado pidió dar marcha atrás a la solicitud del Gobierno de un despliegue inmediato de tropas extranjeras para asegurar un corredor humanitario, en una resolución firmada por nueve de los 10 senadores cuyo mandato aún está activo.

Entretanto, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, dijo que si bien no sumaría militares a la posible intervención en Haití, tampoco abriría las fronteras, ante lo cual dijo prohibiría el paso a posibles refugiados.

Asimismo, el portavoz de la Organización de Naciones Unidas, Stephane Dujarric, dijo que el secretario general de la ONU estaba "preocupado" por la situación en Haití, e instó a la comunidad internacional y al Consejo de Seguridad a considerar urgentemente la solicitud del gobierno haitiano de enviar una fuerza armada internacional especializada, "para responder a la crisis humanitaria".