El llamado Tribunal Popular contra los Crímenes de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (Minustah) tiene lugar este martes en la capital, Puerto Príncipe con el objetivo de exigir la búsqueda de justicia y reparación de los daños para las víctimas de los abusos cometidos por las tropas involucradas en el operativo.

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La misión de la ONU estuvo liderada por Brasil, se extendió durante unos 13 años, desde 2004 y ya durante la vigencia de la misma fue objeto de denuncias por parte de la población haitiana, la cual espera reparación por parte de la Organización de Naciones Unidas. 

La iniciativa de la corte popular proviene de entidades y movimientos populares y se centra en la reivindicación social.   

Entre las violaciones de derechos señaladas por el tribunal durante la ocupación de Minustah en Haití, se encuentran políticas contrarias al acceso de la mayoría de la población a la educación y la expansión de la represión militar a las manifestaciones populares.

También el crecimiento de grupos criminales organizados como milicias, la falta de respeto a los derechos de las mujeres y niños, la trata de personas con fines de explotación sexual y otros delitos sexuales, entre otros.

Camille Chalmers, de la Plataforma Haitiana para la Defensa del Desarrollo Alternativo (Papda) se pronunciaba, al respecto: "Ahora, hay miles de mujeres con hijos sin padre, miles de huérfanos en una situación difícil", al tiempo que señala que la inestabilidad política también se ha agravado en el país.

Chalmers abundó, en relación con la acción del tribunal popular: "Desde el principio, iniciamos una campaña para denunciar no solo la naturaleza de esta ocupación militar, sino también el peligro y amenaza que representaba para todos los pueblos del continente, como el presidente (Jovenel Moïse) y muchas formas de ocupación que, bajo con el pretexto de mantener la paz, estábamos ejecutando la agenda imperialista de Estados Unidos".

Uno de los casos más sonados de las irregularidades y violaciones de la Minustah fue la propagación del cólera a partir de la presencia de las tropas de Nepal en octubre de 2010 y que llevó la cifra oficial de muertes por cólera a unas 10.000 personas. 

Los testigos de la corte popular denuncian el desgaste del proceso electoral haitiano el cual atribuyen a la Minustah, blanco del descrédito popular, en los términos siguientes: "De 1990 a 2016 ha ido en aumento el número de personas que no participaron en las elecciones, sin darse cuenta de que el imperialismo y la Minustah tomaban las decisiones que deberían ser del pueblo".