El Gobierno de Brasil anunció que revisará todos los libros y textos educativos con el objetivo de excluir temas referentes al feminismo, homosexualidad y la violencia de género contra las mujeres. 

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El gabinete de Jair Bolsonaro tomará el control de algunas escuelas públicas para eliminar esos temas sociales, así como menciones de la ideología marxista.

El gobierno de Bolsonaro apunta a eliminar de los libros y de los centros educativos el legado dejado por el educador y pedagogo Paulo Freire, quien fue uno de los teóricos más influyente en el ámbito de la educación durante el siglo XX. Sus investigaciones han sido traducidas a 35 idiomas y se ha convertido en un referente en el mundo.

Tras conocerse este anuncio, escuelas y universidades del país han manifestado su preocupación y aseguran que el gobierno quiere luchar contra un enemigo que no existe.

Además, estas nuevas políticas que quiere implementar Bolsonaro no fueron muy bien vistas por el pueblo brasileño. Según una encuesta de Datafolha en enero de este año, el 71 por ciento de la población expresó que las acciones de Bolsonaro deben ser debatidas en las escuelas.

La amenaza de Bolsonaro se conocía desde hace tiempo, pues antes de su toma de posesión escribió en Twitter: "Uno de los objetivos para sacar a Brasil de las peores posiciones en las clasificaciones educativas internacionales es combatir la basura marxista que se ha extendido en las instituciones educativas”.