La Policía Antidisturbios de Chile reprimió este viernes a cientos de personas que participaron en una nueva jornada de protesta en Santiago de Chile, en la que exigieron la renuncia del presidente Sebastián Piñera y denunciaron los abusos cometidos por Carabineros.

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Las movilizaciones más significativas tuvieron lugar en las inmediaciones de La Moneda, sede del Gobierno chileno, y en la zona de plaza Baquedano. En ambos casos se registraron enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad que intentó dispersar las calles empleando gas lacrimógeno y camiones lanza agua.

Desde hace varias jornadas los participantes en estas acciones exigen la renuncia de Piñera, quien el miércoles pasado presentó una reserva de constitucionalidad para frenar el avance del proyecto de ley que permitiría el segundo retiro de 10 por ciento de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).

El Ejecutivo ha señalado lo que considera tres infracciones de dicha ley a la Constitución, y procurará impugnarla ante el Tribunal Constitucional si eventualmente es aprobada en el Legislativo esta iniciativa para apoyar a los trabajadores y las familias ante la crisis económica que generó la Covid-19.

Las protestas también reflejaron el creciente malestar que experimenta el país ante los excesos de Carabineros, que a su historial de violencia agregó esta semana las heridas de bala causadas a dos menores de edad durante un operativo policial en la ciudad de Talcahuano (sur).

Este incidente motivó la renuncia del director de Carabineros, general Mario Rozas, quien fue reemplazado por el general Ricardo Yáñez, quien se desempeñaba como director Nacional de Orden y Seguridad cuando se produjo el estallido social de octubre de 2019, duramente reprimido.

En sentido general, la sociedad reclama una urgente reforma de la institución, cuestionada e investigada por su accionar violento, al que se asocian numerosas denuncias por graves violaciones a los derechos humanos.

Los manifestantes también exigieron que se ponga en libertad a jóvenes que guardan prisión tras su participación en las multitudinarias protestas de finales de 2019. Las fuerzas del orden público debieron aplicar desvíos de tráfico ante el bloqueo de varias calles.