Un joven palestino de solo 19 años de edad fue ultimado a balazos este domingo por fuerzas de ocupación de Israel en las inmediaciones de la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén ocupada.

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Fuentes locales destacaron que la policía abrió fuego contra el joven y lo dejaron herido en el suelo, agonizando, hasta que pereció.

Posteriormente, las autoridades policiales de Israel pormenorizaron que uno de los oficiales fue herido de levedad con arma blanca mientras el otro era resultó herido mientras se abría fuego contra el occiso.

Reportes policiales agregan que las puertas de la mezquita fueron cerradas luego de que fuera ultimado el joven para impedir que los fieles asistieran a la oración.

Asimismo, reseñaron que en la ciudad se mantuvo estado de alerta entre la policía de ocupación, patrullas y vehículos israelíes acudieron en masa a la Jerusalén antigua y cerraron las entradas y salidas.

A finales del pasado mes de febrero un menor de 14 años fue asesinado a disparos en la ciudad de Belén, al sur de Cisjordania luego de que la policía alegara encontrarse realizando labores “antiterroristas”.

Estos atroces hechos son cada vez más comunes en las regiones ocupadas por fuerzas del régimen sionista que han demostrado en varios ocasiones que una de las pocas cosas que no discriminan es la edad de sus víctimas a la hora de ultimarlas.