Las elecciones legislativas en Francia, vitales para el Gobierno de Emmanuel Macron para continuar con su agenda política, transcurren sin incidentes graves, pero con una tasa alta de abstencionismo; hasta el mediodía votó 18.4 por ciento de los inscritos. 

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La participación a la misma hora en la primera vuelta de las elecciones de 2017 fue del 19,35 %, mientras que en 2012 fue del 21,06 % y en 2007 del 22,56 %. En 2002, fue del 19,70 %.

Las encuestas reflejaron de cara a las votaciones de este domingo una ausencia cercana al 55 por ciento de los casi 49 millones de electores, que carecería de precedentes en la Quinta República, la cual comenzó en 1958.

Más 48 millones de franceses están convocados a estos comicios a dos vueltas en los que están en juego los 577 escaños de la Asamblea Nacional y en lo que se espera una batalla electoral entre el bloque de Macron, y la coalición de izquierdas liderada por Jean-Luc Mélenchon.

Como se tenía previsto la jornada arrancó a las 08H00 con la apertura de los centros de votación y cerrarán a las 18H00 en las zonas rurales y en las pequeñas ciudades, y hasta las 20H00 en las grandes urbes.

El sábado ya se votó por anticipado en buena parte de los territorios franceses de ultramar.

Los últimos sondeos de opinión dan un empate entre el bloque macronista, Ensemble (Juntos), y el de Mélenchon, de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes).

Para la segunda vuelta a celebrarse el 19 de junio, las encuestas otorgan la victoria a Macron, pero sin obtener los escaños necesarios para gobernar sin apoyos.

El presidente francés se juega en estas elecciones legislativas poder aplicar su programa, cuyo costo cifró en abril en 50.000 millones de euros anuales.