El Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres de Filipinas informó este viernes que se elevó a 44 la cifra de fallecidos por las persistentes lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra que desde el fin de semana pasado afectan extensas áreas al sur y este de ese archipiélago asiático.

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El reporte de daños más reciente emitido por la agencia precisa que estos desastres provocaron lesiones a 12 personas y 28 continúan desaparecidas, por lo cual podría incrementarse el número de decesos.

Se registraron 35 muertes en el sur de Filipinas, seis en la región de Bicol, dentro de la isla principal de Luzón, y tres en el centro del archipiélago.

Según el parte informativo, los desaparecidos se distribuyeron de esta manera: 12 personas en Bicol y otras 12 en Visayas Oriental, dos en Mindanao Septentrional, una en Zamboanga y otra en Visayas Oriental.

El director de la Oficina de Defensa Civil, Diego Mariano, declaró este jueves a un canal televisivo local que la gran mayoría de desaparecidos son pescadores.

Dado que las inclemencias climáticas incidieron directamente en 34 provincias y al menos diez regiones del país, se reportó que más de 509.349 personas resultaron afectadas por las inundaciones y 56.807 permanecen en albergues temporales.

En un comunicado a los medios, fechado este miércoles, el ministro de Defensa y director del centro Nacional de Emergencias, Jose Faustino, aseguró que la autoridades continúan “proveyendo comida, agua y otros materiales para ayudar a las familias que siguen en centros de evacuación y otras áreas afectadas”.

Hasta el momento, el temporal provocó daños de consideración en 4.522 casas y destruyó más de 7.400 hectáreas de cultivos.

El desastre natural coincidió con la celebración de Navidad y con el desplazamiento durante esas fechas de miles de católicos desde los núcleos urbanos hasta las provincias. Filipinas es la nación con mayor número de católicos de Asia.

Cada año Filipinas es golpeada por entre 15 y 20 ciclones. La nación está catalogada entre las más vulnerables a los impactos del cambio climático y también a desastres como erupciones volcánicas y terremotos, por su ubicación en el denominado Cinturón de Fuego del Pacífico.