La oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Colombia, presentó este martes un informe donde se muestran los resultados de 1.036 encuestas realizadas a productores, organizaciones y comerciantes de 20 departamentos del país, con el objetivo de conocer el comportamiento de la cadena de suministro de alimentos durante la cuarentena provocada por la Covid-19.

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El 80 por ciento de los clientes de los comerciantes encuestados son familias, y solo el 49 por ciento de los comercios tienen la capacidad instalada para almacenar alimentos.

La organización internacional indagó entre los encuestados acerca de los principales problemas de desabastecimiento que se suscitan bajo las condiciones de emergencia sanitaria provocada por el coronavirus.

Una de las principales afectaciones identificadas entre los productores está relacionada con "el aumento del precios de los agroinsumos, con casos críticos en Córdoba, Boyacá y Tolima. Le siguen en importancia los problemas de transporte para sacar los productos a la venta, especialmente en Antioquia y Putumayo. A ello se suman problemas asociados a eventos agroclimáticos como sequías, y vendavales, que terminan por impactar al pequeño productor".

Según el documento, otras de las causas que impactan directamente en el desabastecimiento de los establecimientos comerciales en zonas rurales es la falta de transporte que aumenta los precios de los productos.

La Agricultura Familiar y Comunitaria (AFC) en Colombia, también se ha visto afectada por la sequía y las tormentas que impactan en los cultivos del pequeño productor. No obstante, el informe destaca que el campo "tiene mano de obra disponible para la cosecha y goza de buena salud para trabajar".

El informe de la FAO indica que el 92 por ciento de los comerciantes encuestados reportan impactos por la crisis de la Covid-19. Cerca del 35por ciento de los encuestados esperan que en los próximos días se presente desabastecimiento de carne, mientras que el 30 por ciento proyecta un desabastecimiento de frutas, verduras y cereales.

El organismo, en su rol de colaboración con los Gobiernos para garantizar la continuidad y la no interrupción de la cadena de suministro de alimentos, recomendó al país suramericano centrar la atención en los circuitos cortos de comercialización, fomentar esquemas colectivos para afrontar la crisis desde perspectivas de colaboración.

De igual forma, recomendó crear redes de producción y de comercio minorista, conectar la producción de alimentos perecederos con plantas de transformación básicas, garantizar esquemas colaborativos de transporte y logística de alimentos, combinar las transferencias de dinero con entrega de agro insumos y aprovechar la tecnología y otras alternativas en función de la conectividad entre productores y comerciantes.