Un grupo de arqueólogos iniciará una nueva expedición en aras de investigar mejor la aldea Maya, "La Pompeya de América", ubicada bajo las tierras del parque nacional Joya del Cerén, al norte de El Salvador. 

Las excavaciones se extenderán hasta febrero de 2019, luego de haber hallado una tumba en los terrenos que tienen 1.400 años de antigüedad, lo que inspiró al grupo a emprender una investigación profunda sobre el sistema de vida que desarrollaban esa civilización. 

"Esperamos que en la parte que falta por excavar se encuentren nuevos datos sobre la vida cotidiana que se tenía en la aldea", afirmó la arqueóloga salvadoreña, Michelle Toledo.  

Asimismo, el objetivo es conocer a detalle una de las culturas centroamericanas más importantes del mundo, sus avanzadas técnicas arquitectónicas y el misterio que esconde esta ciudad, que fue sepultada hace más de mil años por las explosiones de erupciones volcánicas del área. 

Las excavaciones han avanzado por el complejo uno y, en el marco de la expedición, se ha hallado una tumba de un adulto mientras que dentro del armazón estaba una navaja prismática del año 600-900 d.C (ofrenda religiosa típica usada para los entierros Mayas). 

Además, se descubrieron huellas de pie humano registradas desde el norte hasta el sur de la reserva precolombina, presuntamente las marcas de los indígenas que intentaban huir del fuego durante una de las erupciones de los cuatro volcanes que causaron el entierro de la aldea por más de 5 metros de flujo piroclástico (cenizas).

Por otro lado, los materiales, objetos, muestras de tierra y material piroclástico recolectado serán trasladados a un laboratorio para su análisis, estudio y posterior conservación, como parte del patrimonio de El Salvador. 

"La Pompeya de América" es uno de los complejos arquitectónicos más antiguos de Mesoamérica, considerada por arqueólogos internacionales como una "cápsula del tiempo" que condensa la importancia de las prácticas de comercio, agricultura y hábitos generales  desarrolladas por los Mayas. 

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