Europa, sobre todo en los países ubicados más al sur, experimenta este miércoles una de las olas de calor más agresivas de su historia, debido a temperaturas superiores a los 40 grados, algo casi insólito para finales del verano.

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En consecuencia, se están multiplicando los incendios forestales. En Atenas (capital de Grecia), sus habitantes se despertaron este miércoles con una espesa humareda negra y los bomberos enfrentan las llamas por quinto día consecutivo en diferentes regiones del país heleno.

Asimismo, Portugal se mantiene en alerta por incendios, con la mitad de su territorio con temperaturas por encima de los 40 grados la víspera, alcanzándose los 45,6 en el centro de la nación.

Por su parte, España vive su cuarta ola de calor estival; este martes en Zaragoza (noreste) se alcanzaban los 43 grados y se emitió alerta roja (extrema) para El País Vasco, con temperaturas que podrían llegar a los 42 grados.

Asimismo, se conoce que un incendio ha afectado en los últimos días la isla de Tenerife, en Canarias, donde se reportan miles de evacuados y unas 15.000 hectáreas devastadas.   

A su vez, en Francia, se dio a conocer que la víspera se alcanzó 27,1 grados de media nacional, récord para la fecha (después del 15 de agosto); lo que califica como el día más cálido jamás registrado. Incluso, se espera que el pico de la actual ola de calor ocurra miércoles o jueves.

En tanto, en Italia, se reportan temperaturas de cinco y siete grados por encima de la media estacional y, a 3.000 metros sobre el nivel del mar, en la zona montañosa de los Alpes, se registró 15 grados; lo que puede afectar de manera directa a los glaciares.

Asimismo, en los Alpes suizos, la línea de los cero grados subió hasta los 5.298 metros, récord desde el comienzo de esas mediciones en 1954. También Türkiye registró una temperatura histórica, al llegar a los 49,5 grados en un municipio de la región de Anatolia occidental.

Al decir de los meteorólogos, esos fenómenos extremos se intensifican debido al cambio climático, que provoca también periodos de sequía cada vez más frecuentes, largos e intensos.