Miles de personas se concentran este martes en Sevilla para manifestarse por una mejoría en sus condiciones de vida y trabajo, en la continuación de la ola de protestas que el sector agrario lleva adelante en la región española de Andalucía.

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Las manifestaciones, iniciadas el pasado 28 de enero, persiguen sensibilizar al gobierno con la difícil situación de los agricultores andaluces, y reclamar el cese de la misma, a través de la adopción de varias medidas, entre las que destaca asociar correctamente los costes de producción a la formación de precios.  

La lucha conta prácticas abusivas de los entes comercializadores, la obligatoriedad del etiquetado en origen para los productos frescos y manufacturados y decretar la venta a pérdidas como práctica ilegal, son otras de las demandas de los manifestantes.

Igualmente han mostrado su inconformidad con la Ley de la Cadena Alimentaria, que se prevé entre en vigor este martes y que busca regular el índice de precios mínimos para la adquisición de productos agrícolas, medida que los agricultores consideran insuficiente para resolver los problemas que los afectan.

A pesar de varias reuniones sostenidas con representantes del gobierno, los protestantes no han cejado en sus demandas y prevén bloquear este martes cuatro de las cinco vías de acceso a Sevilla durante tres horas, enarbolando como lema 'Los agricultores no pueden más, agricultores al límite'.

Está previsto que las protestas continúen el venidero jueves en Extremadura, donde se espera el bloqueo de una carretera que enlaza España con Portugal, en un intento de visibilizar el suceso a nivel europeo.

Varios representantes del gobierno, encabezados por el vicepresidente de Asuntos Sociales, Pablo Iglesias, han dejado explícito su apoyo a las protestas, y han llegado a alentar a los manifestantes para persistir en sus demandas.