Estados Unidos enviará de regreso este viernes a México a un grupo de migrantes centroamericanos como parte de la política de cero tolerancia migratoria del Gobierno de Donald Trump.

De acuerdo con las autoridades estadounidenses, los migrantes no mexicanos deberán permanecer en México hasta que sus solicitudes sean procesadas en EE.UU., en el marco de la política fronteriza anunciada en diciembre.

Según indicó en declaraciones a Reuters una fuente del Gobierno mexicano, el primer grupo de migrantes será enviado a la ciudad fronteriza mexicana de Tijuana.

En la misma línea, una fuente del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. adelantó que la nueva política empezará a aplicarse en el cruce fronterizo de San Ysidro y luego puede expandirse a otras puertas de entrada.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE.UU. explicó, en un comunicado, que a los solicitantes de asilo ya no se les dejará en libertad en el país.

Con 800.000 solicitudes de asilo aún por ser procesadas, las nuevas peticiones podrían tomar meses o incluso años para ser tramitadas.

La Administración Trump no hará arreglos para los solicitantes que se encuentren en México consulten con los abogados, quienes pueden visitar a los clientes en Tijuana o hablar con ellos por teléfono.

Cerca de 10.000 migrantes centroamericanos esperan en estos momentos su ingreso a México en la frontera con Guatemala en una de esas caravanas y unos 2.000 ingresaron la semana pasada a ese país sin cumplir con los protocolos requeridos por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

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