El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, reiteró este lunes que “nunca podrán probar nada, porque no existe”, en relación a la vinculación que se pretende hacer en su contra por el supuesto secuestro del exasambleísta Fernando Balda en 2012.

Este lunes durante la audiencia de vinculación contra Correa, la jueza Daniella Camacho acogió la medida cautelar de presentación periódica cada 15 días, a partir del 2 de julio de este año. 

“Hoy es la audiencia de vinculación en caso Balda: no sé de por qué me vinculan, ni de qué me vinculan”, apuntó.

Al respecto Correa aseveró que “probablemente podrán lograr falsos testimonios, pero jamás prueba material alguna. Sin embargo, hoy pueden ordenar quitarme la libertad”.

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Correa denunció que desde noviembre de 2017 ha existido una persecución judicial y señaló que “ahora quieren vincular a un presidente a supuestos excesos policiales sucedidos en el país”.

El ex jefe de Estado detalló que se dijo que hubo cheques de la Presidencia para los policías involucrados en el secuestro de Balda, a lo que Correa aseguró que es falso, “los cheques (en una operación de inteligencia) son de la policía).

Agregó que existe un ensañamiento contra el secretario de Inteligencia (para ese momento) Pablo Romero para que declare en contra de Correa. “Están desesperados porque no tienen ninguna prueba, y yo si tengo las pruebas de cómo han presionado a gente para que me incrimine con falsos testimonios”.

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Durante la audiencia en la Corte Nacional de Justicia, el fiscal general Paúl Pérez solicitó medidas cautelares de presentación periódica al expresidente y pidió el uso de un dispositivo electrónico.

Mientras se desarrolla la audiencia en las afueras del ente judicial se encuentran simpatizantes de Correa para mostrar su apoyo al exmandatario ecuatoriano.