El presidente estadounidense Donald Trump pone en marcha su plan de limpieza étnica en los Estados Unidos, poniendo en riesgo a miles de familias extranjeras que hacen vida en ese país.

La administración Trump canceló a principios de este mes el estatus de protección temporal (TPS) afectando directamente a más de 400.000 personas que deberán abandonar el territorio estadounidense entre el 2019 y principios de 2020, quedando el plazo máximo hasta el 5 de enero que finaliza el estatuto.

Los beneficiarios del TPS tendrán 18 meses para salir del país de manera ordenada o tramiten la regularización de su situación migratoria por otras vías, según comunicado de la secretaria del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Kirstjen Nielsen.

Pero estas medidas no afectan solamente a los inmigrantes, también afecta unos 270.000 ciudadanos estadounidenses hijos de beneficiarios del TPS.

Entre las duras políticas antiinmigrante están: La eliminación de programas de protección DACA (Programa de Acción Diferida) y TPS,la prohibición de entrada de musulmanes al país y masificación de deportaciones entre otras.