Alrededor de 1.200 familias paraguayas fueron desalojadas de forma violenta de territorios públicos en la ciudad de Luque la mañana de este miércoles. El operativo ejecutado por casi 2.000 efectivos de la policía terminó con una fuerte represión, alrededor de 40 detenidos, quema de viviendas, y bebés y niños afectados por los gases lacrimógenos lanzados a sus hogares.

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Dos periodistas fueron fuertemente golpeados, mientras que 14 mujeres, dos menores y más de 25 hombres, quedaron detenidos por defender sus hogares y a su familia. Además, hay otros 20 heridos registrados.

Supuestamente, estas familias habrían estado ocupando pertenece a la Compañía Paraguaya de Comunicaciones (Copaco), ubicada en espacios públicos de la ciudad de Luque, en el departamento Central de Paraguay.

Los efectivos alegan que la propiedad pertenece a Copaco, sin embargo, no pudieron responder a los pobladores cuando exigían la documentación que constate la particularidad de la propiedad, por lo que los pobladores mostraron resistencia luego de las violentas acciones de los efectivos. 

Tras los hechos del pasado miércoles un efectivo de la policía resultó herido, que fue visitado en el hospital por el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, quien no considera a la comunidad que quedó afectada por la medida. 

Para este jueves la policía había prometido volver, bajo la advertencia del pasado miércoles a los pobladores para que abandonaran el espacio.

Por su parte, el secretario general del Partido Comunista de Paraguay, Najeeb Amado, ha compartido el llamado a la organización, la lucha y rebelión del pueblo para forjar el poder popular.