El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala (Insivumeh), confirmó este martes el fin de las grandes explosiones del volcán de Fuego, el sureste de ese país centroamericano, el cual llevaba apenas 26 horas de actividad.

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Según la nota del Insivumeh, recogida por la Defensa Civil local, "se registran explosiones de características débiles y moderadas con abundante ceniza, la cual es desplazada en dirección  este y suroeste a más de 40 km. El cráter continúa generando desgasificación y sonidos de locomotora de tren de características débiles". 

Las autoridades alertan, no obstante, que esta ceniza puede ser removida por el viento y quedarse suspendida a niveles bajos en el aire, "creando un ambiente brumoso por varias horas que puede ser perjudicial para la salud de las personas".

En ese sentido, no se descarta que se generen nuevos flujos de lava hacia más barrancas, así como explosiones violentas cargadas de ceniza y avalanchas de características moderadas hacia cualquiera de las barrancas del volcán, por lo cual no se llaman a no permanecer cerca ni dentro de las barrancas del volcán.

Mientras la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), informó de una evacuación preventiva, trasladando aproximadamente a 500 personas de Panimaché I y Morelia, poblados de las inmediaciones del volcán hacia albergues ubicados en el departamento de Escuintla, donde fueron atendidas y permanecerán hasta que se den las condiciones para regresar.

El volcán de Fuego es uno de los tres activos en Guatemala, y en junio de 2018 registró una violenta erupción que dejó unos 300 muertos, miles de damnificados y aldeas azotadas por la ceniza y la lava.