El Congreso chileno ratificó este martes el Acuerdo de Escazú, pacto que representa el primer tratado ambiental de América Latina y el único del mundo que se centra en proteger a los activistas por el medio ambiente.

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El pleno del Senado, última instancia por la que transitó el acuerdo, terminó dando el visto bueno luego de una votación que resultó con 31 sufragios a favor, tres en contra y 11 abstenciones.

“Hoy el Acuerdo de Escazú finalizó su tramitación en el Congreso. Felicito a todas y todos que desde distintos frentes han luchado por la defensa de nuestro entorno y la incorporación de Chile al acuerdo. Seguimos avanzando en democracia ambiental”, destacó el mandatario de esa nación suramericana Gabriel Boric.

La titular de la cartera medioambiental chilena, Maisa Rojas, sostuvo que no se puede resolver la crisis climática con acciones individuales, “o lo resolvemos juntos o no dejamos a nuestros hijos un planeta que sea habitable” y añadió que el pacto “da herramientas para cristalizar el compromiso del presidente de que este sea el primer gobierno ecologista del país".

Chile, de esta manera, se convirtió en el decimotercer país en ratificar el acuerdo luego de que lo hiciera Antigua y Barbuda, Argentina, Bolivia, Ecuador, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y Uruguay.

Durante el primer mandato del expresidente Sebastián Piñera (2010-2014) la idea de adherirse al pacto fue planteada, pero desechada durante su último lapso ocupando la silla presidencial debido a presiones por parte del sector industrial.

Una semana después de haber sido investido como presidente de Chile, el 11 de marzo pasado, Boric firmó la propuesta para sumarse al tratado internacional.