La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) denuncia que desde el 20 de enero ha habido un aumento de las tensiones en el conflicto subnacional en Geneina y Kereneik, estado de Darfur Occidental, Sudán.

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Según la entidad de la ONU, los grupos armados árabes han matado a nueve personas y han incendiado y saqueado parte de la localidad de Geneina lo que ha causado el desplazamiento de 11.100 personas en la aldea de Adikong.

El motivo de los enfrentamientos, que se extendieron de Adikong a las inmediaciones, fue el asesinato de un hombre por un miembro de la comunidad masalit.

A pesar de que las autoridades sudanesas han intentado controlar las hostilidades  mediante el envío de un contingente de fuerzas de seguridad a Darfur Oeste, el conflicto se torna cada vez más tenso, de acuerdo a la entidad de la ONU.

El Fondo de la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef), por su parte, denunció que más de 120 violaciones graves contra niños y niñas se han registrado en el país desde octubre, por lo cual piden el cese de los episodios violentos, pues, explican "los niños y niñas nunca deben ser un objetivo".

El acuerdo de paz firmado en diciembre de 2020 entre las autoridades  militares del país y los movimientos armados rebeldes parece no haber surtido efecto.

Alrededor de 6,2 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en la región de Darfur en 2022 según la OCHA.

El conflicto de Darfur comenzó en febrero de 2003 cuando concluía la Segunda Guerra Civil Sudanesa, que enfrentó al norte musulmán del país con el sur, mayoritariamente cristiano.

En este sentido, no se trata de un conflicto entre musulmanes y no musulmanes puesto que la mayoría de los habitantes de Darfur son musulmanes, sino de un conflicto racial entre árabes y negros.