Representantes de diversos países árabes condenaron este viernes el ataque de las fuerzas de Israel contra los feligreses palestinos que se encontraban cerca de la mezquita de Al-Aqsa, durante la celebración del mes de Ramadán en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este ocupado.

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El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgheit, refirió que “los ataques israelíes contra fieles desde la madrugada de este viernes representan una continuación de la serie de abusos y provocaciones israelíes con el objetivo de dividir Al Aqsa, espacial y temporalmente”.

"Se toleran las continuas incursiones de colonos y las bandas extremistas, mientras que a los palestinos se les impide practicar sus rituales, amenazando con inflamar la situación de manera peligrosa", aseveró.

De igual manera, el portavoz de la de la Cancillería de Irán, Said Jatibzade, subrayó que “los crímenes de los sionistas contra el pueblo oprimido de Palestina muestran la creciente debilidad de este régimen de ocupación”.

El funcionario expresó que las acciones de Israel sobre Palestina violan el derecho internacional. Además, convocó a los Gobiernos y organizaciones internacionales a apoyar al pueblo y a evitar los ataques de las fuerzas ocupantes.

Otro de los pronunciamientos contra el ataque de Israel sobre la mezquita fue el del Gobierno jordano, a través de una nota del Ministerio de Exteriores, que consideró el hecho como “una peligrosas escalada”.

Tras el ataque, el portavoz de la Presidencia de Palestina, Nabil Abu Rudeina, aseveró en un comunicado que “esa bárbara agresión (…) que equivale a declarar la guerra a nuestro pueblo”.

Según la plataforma Palestina Libre, más de 150 heridos y 450 detenidos fue el resultado del asalto de las fuerzas militares israelíes a la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén ocupada.