Exministro de Defensa vinculado a genocidio contra la UP de Colombia
En el mandato del expresidente Virgilio Barco fueron asesinadas cerca de 78.000 personas.
El senador opositor Iván Cepeda anunció este lunes que emprenderá acciones legales contra el general retirado Rafael Samudio Molina, quien fue ministro de Defensa durante el Gobierno del expresidente colombiano Virgilio Barco, entre 1986 y 1988, por el genocidio de la UP.
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"Ante la revelación hecha hoy por el periodista Alberto Donadio, anuncio que en mi condición de víctima formularé las acciones penales a las que haya lugar contra el exministro de Defensa, general (r) Rafael Samudio por su presunta responsabilidad en el genocidio contra la UP", escribió Cepeda en su cuenta de Twitter.
Un investigación periodística reveló nuevos detalles del genocidio político al que fueron sometidos los militantes del partido Unión Patriótica (UP) en Colombia con la participación del gobierno de Virgilio Barco (1986-1990).
5. Ante la revelación hecha hoy por el periodista Alberto Donadio, anuncio que en mi condición de víctima formularé las acciones penales a las que haya lugar contra el exministro de Defensa, general (r) Rafael Samudio por su presunta responsabilidad en el genocidio contra la UP.
— Iván Cepeda Castro (@IvanCepedaCast) January 10, 2021
En abril pasado la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) acreditó como víctimas del conflicto armado colombiano a Cepeda y a su hermana María, en el caso abierto por el genocidio contra la UP.
La decisión se tomó por el asesinato en 1994 en Bogotá del padre de los Cepeda, el senador Manuel Cepeda Vargas, en la época uno de los líderes de la UP
Cepeda aseguró que la columna de Donadio "demuestra, como lo hemos sostenido por décadas las víctimas: el genocidio de la UP ha sido planificado y ejecutado desde las más altas esferas estatales, es un genocidio de Estado"
De acuerdo con el texto del periodista e investigador Alberto Donadio, "lo más grave es que hay razones para pensar que el presidente Barco tuvo un papel determinante en el exterminio de este conglomerado cercano al Partido Comunista".
"Barco se interesó en el tipo de trabajos que desarrollaba Eitan y el contacto se convirtió en una operación secreta" cuando, en 1986 fue elegido presidente, y en una reunión con altos mandos de su gabinete "informó que las conclusiones de Rafi Eitan aconsejaban eliminar a los miembros de la Unión Patriótica y que ofrecía encargarse de esa misión a cambio de un segundo contrato de honorarios".
Según el artículo, "el alto mando militar se opuso con vehemencia al segundo contrato y señaló que renunciaría si Eitan era el encargado de la misión. En su concepto, debía ejecutarla el Ejército y no un comando extranjero. Barco reculó y aceptó que así fuera. Eitan se quedó sin el segundo contrato".
La presidenta del partido UP, la senadora Aída Avella, aseguró en redes sociales que la columna de Donadio es "una prueba más" de que "los genocidios no son espontáneos, los planifican" y dijo que las "Fuerzas Militares deben responder por ejecutar el plan del israelí Rafi Eitan, para exterminar a la UP".
Aquí estan los nombres de los integrantes de la Junta Directiva de @ECOPETROL_SA de 1986 quienes aprobaron el pago del plan de Rafi Eitan para ejecutar el genocidio contra la @UP_Colombia
— Unión Patriótica (@UP_Colombia) January 10, 2021
Ministros y altos funcionarios deben responder ante la @JEP_Colombia pic.twitter.com/VLuScBOiuB
En un comunicado, la UP solicitó a la JEP citar al General Samudio Molina, y demás funcionarios a declarar y esclarecer los graves hechos de esta denuncia. Así mismo, citar a Yair Klein, que como Rafi Eitan, participaron en su condición de mercenarios en el genocidio.
La UP se creó en 1985 como parte de un intento de acuerdo de paz del entonces presidente Belisario Betancur con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP).
Sin embargo, UP era una formación política integrada por desmovilizados de las FARC-EP que fue considerada por los gobiernos de entonces una extensión de la guerrilla, de ahí que sus militantes fueran vistos como objetivos militares.