El Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia anunció este lunes su disposición de reanudar los diálogos de paz durante el futuro Gobierno de Gustavo Petro, una vez que el mismo se instale en el país suramericano el próximo 7 de agosto, tras su victoria electoral de la víspera.

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En un comunicado del Comando Central de la organización guerrillera, al saludar la elección del nuevo presidente dijo que su "Gobierno debe encarar los cambios para una Colombia en paz, entre los más urgentes están la inclusión política y económica, una economía soberana sin depredación, y una nueva Doctrina de Seguridad y Derechos Humanos".

El ELN apunta a ambas como "las dos causas que impiden superar el Conflicto Armado y la violencia política son la Doctrina de Seguridad Nacional que define a los opositores como Enemigo Interno, que prioriza el uso de la fuerza y desecha el diálogo para encarar los problemas; la segunda causa reside en el añejo régimen clientelar violento, mutado hoy en un sistema corrupto y mafioso".

En ese sentido, apuntan desde el ELN que "la exclusión de las clases dominantes hacia los pueblos étnicos y las comunidades populares rurales y urbanas son el detonante de la protesta social, victimizada para justificar el trato de Guerra que el régimen le da; igual trato han recibido los movimientos alternativos que aspiran a participar en la lucha política, al ser criminalizados desde el clientelismo, los monopolios mediáticos y la violencia de las mafias".

La organización guerrillera, la cual comenzó conversaciones de paz con el Estado colombiano en 2017, bajo la presidencia de Juan Manuel Márquez, interrumpidas por Iván Duque, denuncia que "sucesivas ofensivas de la oligarquía despojaron más de 8 millones de hectáreas a los campesinos, lo que obligó a campesinos y trabajadores agrícolas a migrar hacia los cultivos de uso ilícito y hacia el rebusque en las ciudades".

En esa dirección, el comunicado señala que "si el presidente elegido se posesiona el 7 de agosto para hacer los cambios que nos encaminen a superar el clientelismo y sacar la violencia de la política, avanzar en planes de inclusión social que contemplen empleo y emprendimientos para las mayorías, un plan de Reforma Agraria, un nuevo modelo de lucha contra las drogas y le da continuidad al Proceso de paz, Colombia tendrá un Gobierno respaldado por el movimiento popular".

No obstante, matiza que "si se instala para hacer ‘más de lo mismo’ tendrá al pueblo en las calles reclamando cambios con más vehemencia que en 2019 y 2021", ante lo cual el ELN mantiene activo lo que llamó su "sistema de lucha y resistencia política y militar, pero también su plena disposición para avanzar en un Proceso de Paz que dé continuidad a la Mesa de Conversaciones iniciada en Quito en febrero de 2017".

Las conversaciones de paz entre el Estado colombiano y el ELN están suspendidas desde enero de 2019, cuando se levantó de la mesa de negociaciones el Gobierno del presidente Iván Duque.