Ciego de Ávila continúa como epicentro de la Covid-19 en Cuba, de acuerdo al más reciente reporte de las autoridades sanitarias locales. La provincia ubicada en la zona central del país superó, desde hace dos días, a La Habana (capital de Cuba) en la tasa de incidencia y este jueves la superó en números absolutos diarios.

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Las autoridades de salud de Cuba actualizaron los datos de la pandemia en el país, en una jornada donde luego de procesarse 7.745 pruebas PCR, resultaron positivas 57 para un índice de positividad de 0,7 por ciento. 

Por su parte, en la provincia de Ciego de Ávila ese índice se eleva a 3,0 por ciento. No obstante, el dato se encuentra por debajo del 5,0 por ciento recomendado por la OMS como indicador "de control".

Aun así, las autoridades cubanas refuerzan las medidas de control en La Habana y Ciego de Ávila, en especial en esta última, que ha visto incrementarse en los últimos días las restricciones de movilidad, la suspensión del curso escolar y el cierre del transporte.

La central provincia, de unos 442.000 habitantes, tiene una tasa de incidencia de la Covid-19 en los últimos 15 días de 56 casos x 100.000 habitantes, la cual multiplica por nueve la tasa de Cuba (es 6,5) y triplica la de La Habana (es de 18). La capital del país había sido el epicentro, hasta ahora, de la pandemia en la isla.

En su conferencia de prensa habitual, las autoridades sanitarias cubanas se refirieron a la letalidad de la Covid-19 en Cuba, la cual desde el inicio de la pandemia es del 2,0 por ciento.

En el mes de septiembre se ubicó en 0,99 por ciento que, si bien superior a los meses de julio y agosto, es muy inferior a la de los primeros meses de la epidemia. Estos resultados se atribuyen a la utilización precoz de protocolos de intervención y tratamiento.

Justo en esa dirección, esta semana comenzó en Ciego de Ávila la distribución de Nasalferón, versión para aplicación vía nasal del interferón cubano. El Nasalferón es un antiviral que, según las autoridades médicas, disminuye las colonias de coronavirus en las vías respiratorias e incide en la disminución de la virulencia de la enfermedad, el tránsito hacia formas graves de la misma y la muerte.