La jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, anunció este miércoles que retirará de forma definitiva el polémico proyecto de ley sobre las extradiciones hacia China, una de las principales demandas del movimiento de protesta.

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"El Gobierno retirará formalmente la ley para apaciguar completamente las preocupaciones públicas", afirmó Lam en un discurso emitido por la televisión local.

"El 15 de junio anuncié la suspensión del proyecto de ley y luego reiteré que el proyecto de ley está muerto y que todo el trabajo legislativo se había parado por completo", recordó.

Las Ordenanzas de Delincuentes Fugitivos y de Asistencia Legal Mutua en Asuntos Penales, que habrían permitido que los residentes de esta región administrativa especial fuesen trasladados a la China continental para ser juzgados allí, fueron el detonante de las protestas desde el 9 de junio.

Lam aseguró que ella y los funcionarios principales se comunicarán con la comunidad para iniciar un diálogo directo a partir de este mes. 

El Gobierno invitará a los líderes comunitarios, profesionales y académicos a "examinar y revisar de manera independiente los problemas más arraigados de la sociedad y asesorar sobre la búsqueda de soluciones", indicó.

Carrie Lam acotó que su administración respaldará el trabajo del Consejo Independiente de Quejas de la Policía y seguirá de manera seria las recomendaciones formuladas en el informe de la entidad, respecto a la investigación sobre el exceso del uso de la fuerza durante las manifestaciones.

Respecto al reclamo de liberar a los detenidos durante las protestas que en las últimas dos semans se tornaron violentas, Lam manifestó que esa petición es inaceptable.

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— Hong Kong Govt News (@newsgovhk) September 4, 2019

Por otra parte, la policía de Hong Kong reportó este miércoles que arrestó a 35 personas que participaron en protestas violentas en diferentes partes de la región, elevando el número total de detenidos desde el 9 de junio a 1.183.

Los manifestantes radicales cometieron actos violentos en diferentes lugares de la isla de Hong Kong y Kowloon el martes, incluido el bloqueo de carreteras, el asedio de la estación de policía de Mong Kok y daños a las estaciones de ferrocarril subterráneo, detalló Tse Chun-chung, el superintendente en jefe de la sección de relaciones públicas de la policía.