El presidente de China, Xi Jinping, consideró que el exitoso acercamiento entre Irán y Arabia Saudita promoverá no solo el espíritu de buena vecindad y las buenas relaciones bilaterales, sino que constituirá una alternativa de equilibrio para el Medio Oriente, informaron este martes fuentes oficiales.

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Durante una conversación telefónica con el príncipe heredero y primer ministro saudí, Mohammed bin Salman Al Saud, el mandatario chino destacó la importancia de un diálogo constructivo entre Teherán y Riad para aliviar las tensiones en la región.

El acuerdo entre Irán y Arabia Saudita, resultado de sus conversaciones en Beijing, incluye la reapertura de sus embajadas, así como el compromiso a “respetar la soberanía de los países y a la no injerencia en sus asuntos internos”.

China, mediador entre los dos enemigos tradicionales, ha logrado con la firma de este pacto reactivar el acuerdo de seguridad de 2001, así como varios memorandos de cooperación en materia de económica, comercio, de inversiones, tecnología, ciencia, cultura, deporte y juventud de 1998.

Según Xi “la solución de conflictos y diferencias a través del diálogo y la consulta se ajusta a la voluntad de los pueblos y los intereses de todos los países”. Además declaró que «China seguirá apoyando este proceso”, elogiado por la comunidad internacional.

Por su parte, el príncipe heredero saudita indicó que su nación “aprecia sinceramente el apoyo chino a la hora de mejorar las relaciones con Irán”, lo cual, a su juicio, “demuestra el papel de China como potencia responsable”.

En ese sentido, Bin Salman valoró positivamente que Beijing “desempeñe un papel cada vez más fundamental y constructivo en los asuntos regionales e internacionales”.