La noche de este lunes y durante toda la madrugada del martes vecinos de La Victoria, suburbio de Santiago de Chile, realizaron un velatón en homenaje a Aníbal Villarroel, quien resultó muerto a manos del cuerpo de Carabineros este 18 de octubre.

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Durante toda la noche y luego de confirmarse que la bala que mató a Villarroel provenía de un arma de Carabineros, varias decenas de personas se acercaron al lugar de los hechos y comenzaron a colocar velas en recuerdo del joven. Asimismo, pintaron un muro con su rostro y mensajes contrarios al cuerpo policial y de exigencia de justicia.

Algunos de los carteles que se pueden leer expresan: "Justicia para Aníbal" y "Muerte a los pacos", en referencia a los policías locales, responsables de la muerte del joven.

Entretanto, autoridades policiales y políticas de la región como el fiscal del distrito, Héctor Barros y  el alcalde de Pedro Aguirre, Juan Rozas, expresaron que se encuentran en un proceso de investigación sobre los hechos las brigadas de Derechos Humanos y la de Homicidios (ambas de la Policía de Investigaciones). En ese sentido, rebajaron la importancia del asunto con declaraciones de que se encuentra todo "apegado al Estado de Derecho".

Por su parte, los medios de prensa chilenos y las principales televisoras ponen énfasis en los hechos de violencia que le parecieron más importantes de la jornada del domingo: la quema de dos iglesias y algunos otros destrozos. Estos acontecimientos los atribuyen, de modo casi invariable, a los manifestantes.

Villarroel, de 26 años, fue baleado la noche del domingo en el contexto de las protestas y manifestaciones que conmemoraban el primer aniversario del estallido social que conmocionó a Chile a finales de 2019. Su muerte se produjo a manos de Carabineros en circunstancias aun no aclaradas.

Todo esto sucede en la semana que precede a un plebiscito que el próximo domingo decidirá si se procede a la derogación de la Constitución pinochetista, de 1980.