La representante de los pueblos originarios de Chile y expresidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncon, denunció este miércoles que la derecha local lidera el segundo proceso de debates para redactar una nueva Carta Magna y está dejando de lado los derechos de las comunidades ancestrales.

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La referente mapuche manifestó a un medio local que el actual proceso constituyente no es democrático, pues no lo dirime el pueblo sino fuerzas políticas representadas en el Congreso, e instó a encaminarlo de modo que se avance en la democracia participativa.

Añadió que representa un retroceso a los años 1800 en materia de derechos de los pueblos originarios, pues por un lado el Legislativo dice tener escaños reservados para ellos y por el otro enfatiza que Chile es uno solo.

Consideró que esta idea es una mentira histórica. Recordó que hubo pueblos originarios antes de la existencia del Estado chileno y que esas naciones fueron víctimas de genocidio y colonialismo.

Expresó que pese a la llegada del progresismo al poder, el Estado chileno mantiene una política colonial, y señaló que ello se puede confirmar si se analiza la militarización del Wallmapu. Aseguró que resulta más difícil “sacar el colonialismo de la cabeza del Estado”.

Criticó al presidente Gabriel Boric y lo instó a comprender la política indígena. Valoró que “en este momento no hay una comprensión cabal de las soluciones que necesitamos”, dijo.

A juicio de Loncon, el anterior proceso constituyente, que ella encabezó, fue “más completo y alto en discusión en materia democrática”, pero la derecha manipuló el discurso de las fuerzas a favor de una nueva Ley de Leyes empleando la industria de los medios.

Subrayó que, como parte de su gestión política para impedir la victoria popular, la derecha utilizó la mentira para que ganara el “Rechazo”. Consideró que correspondía al poder constituido (léase, el actual Estado) denunciar esta situación, pero “eso no se hizo”, señaló.

A juicio de la académica mapuche, el proceso constituyente tiene raíces históricas y viene de luchas populares a favor de una nueva Constitución. Distinguió: “Queremos un cambio, no una reforma constitucional, y ahora esto parece más una reforma”.