Conoce algunos de los carnavales más peculiares del mundo
Guerra de naranjas, fustazos a quien no se disfrace y más forman parte de las tradiciones carnestolendas más peculiares.
El llamamiento del carnaval de Río de Janeiro este 23 de febrero a la preservación del medioambiente de los pueblos indígenas y de la cultura en Brasil, recuerda al mundo el grandioso poder de estas festividades anuales.
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El evento convocó también a enfrentar la ambición desmedida e hizo referencias indirectas a las políticas de Jair Bolsonaro y sus proyectos de ultraderecha para explotar la Amazonía.
El de Río es quizás el espectáculo de su tipo más grande del planeta, pero alrededor del mundo nos encontramos otros que, aunque menos famosos, sí resaltan por lo peculiar de sus costumbres.
El carnaval de Tabasco
México tiene uno de los festejos más tempranos en el continente (comienza el 20 de enero) a la vez que de los más raros del orbe. En Tabasco, en el sur del país, la celebración toma los orígenes prehispánicos de su gente y los reinterpreta.
Los pobladores del sitio se lanzan harina entre ellos para dar paso a la danza del dios de la muerte, el Pochó, junto a personajes como las mujeres Pochoveras y los hombres Cojóes. Todos, llevan atuendos con flores y máscaras de madera, para representar el enfrentamiento de las fuerzas del bien y el mal.
Para cerrar la escenificación aparece el personaje de los Jaguares, quienes se encargarán de terminar con el mal mediante su quema y ahorcamiento.
Los Gilles de Binche
La ciudad belga de Binche, en el sur de Bruselas, celebra cada enero sus carnavales. Se trata de una tradición medieval que está inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Una de sus peculiaridades son los Mam’selles, hombres disfrazados con extravagantes atuendos femeninos, que constituyen la principal atracción de los primeros días, aunque el atractivo de mayor impacto ocurre el martes de Carnaval, cuando hacen su espectacular aparición los legendarios Gilles.
Se trata de hombres con trajes rojos, amarillos y negros, sombreros de plumas de avestruz, zuecos de madera, campanillas, máscaras de cera y pequeños anteojos, que se pasean por la ciudad al compás del tambor.
El momento culminante de los festejos del día es el baile de los Gilles en la Plaza Mayor, iluminado por fuegos artificiales.
¡Azúcar!
El carnaval de Barbados, a diferencia de otros en el mundo, no se dedica a la cuaresma. Su motivación original se encuentra anclada a las plantaciones azucareras y el fin de la cosecha de la gramínea y tiene el nombre de crop over.
Esta tradición se remonta a 1687 e incluye bailes acompañados por botellas llenas de agua, banjo, triángulo, guitarra y bones, entre otros instrumentos. En la fiesta se inscriben tradiciones como escalar un palo engrasado, competencias de calipso así como de comida y bebida.
La guerra naranja
Una ciudad italiana celebra el júbilo con una gigantesca batalla de naranjas que acumula una tradición de 212 años. En Ivrea, en el norte del país, se recuerda una rebelión del pueblo contra el ejército napoleónico.
Según la tradición, los lanzadores de naranjas —representantes del pueblo— defienden sus plazas del ataque de los carros —metafóricamente el Estado Mayor napoleónico y sus soldados—, mientras acontece el cortejo de la Molinera que distribuye todo tipo de regalos a los habitantes del pueblo.
A un gustazo un fustazo
En Ourense, una localidad de la región de Galicia (España), las personas sin disfraz son castigadas con un fustazo en el contexto del Entroido, nombre de la fiesta carnavalesca gallega.
Durante la celebración, Os Peliqueiros es un grupo de personas que se encargan de ahuyentar a los malos espíritus y, para conseguirlo, golpean a todo el que vaya sin disfraz.
En ese sitio, el lunes de carnaval se monta una batalla de telas con barro, una procesión en burros y cuentan con la presencia de un personaje vestido con cabeza de vaca persigue a las mujeres mientras se lanzan sobre las multitudes grandes cantidades de harina y hormigas vivas.
Oruro
La herencia prehispánica también se hace presente en la región boliviana de Oruro cuando celebran el carnaval.
He acompañado el Carnaval de Oruro desde mi época de trompetista. Extraño poder visitar mi tierra y compartir con mis hermanos y hermanas; presenciando la gran variedad de danzas, ritmos y vestimentas que hacen de nuestro Carnaval único en el mundo. pic.twitter.com/8jS0JdDMeI
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) February 22, 2020
Es una muestra de sincretismo folklórico-religioso, sobre todo si tenemos en cuenta que en Oruro se encontró una imagen de la Virgen de la Candelaria que se asimiló a la Pachamama. Además, en su entorno se desarrolló la rebelión de Túpac Amaru II, cuyo recuerdo se presenta en muchas de las caretas utilizadas actualmente.
Algo muy característico es el baile, que se interpreta con fantásticos trajes y unas máscaras en representación del diablo. Las danzas se llaman precisamente Diabladas, y se dividen a su vez en una veintena de variaciones.