La tasa de desempleo en Brasil, en el trimestre culminado en noviembre, bajó 11,6 por ciento, sin embargo, el número del empleo informal alcanzó una cifra récord.   

Datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) indican que unos 12,2 millones de brasileños están desempleados, lo que representa una caída de un 3,9 por ciento respecto al trimestre anterior y de un 2,9 por ciento en el mismo período de 2017.

El IBGE destacó que, pese al aumento de unas 1,1 millones de personas ocupadas, la mayor parte de esos puestos pertenecen al mercado de trabajo informal.

Unos 528.000 brasileños pasaron a trabajar como autónomos y otros 498.000 del sector privado no cuentan con los derechos contemplados en la legislación laboral del país.

"Con eso, la informalidad alcanza un nivel récord en la serie histórica de la investigación, iniciada en 2012", subrayó IBGE en el estudio.

Según el coordinador de Trabajo y Rendimiento del IBGE, la informalidad viene "acompañada de una serie de factores desfavorables a los trabajadores, como la falta de estabilidad, el bajo rendimiento y la falta de seguridad" en el sistema de cotizaciones y jubilaciones.

"Desde el segundo trimestre de 2018, hubo una caída significativa de desempleados, lo que sería una noticia excelente si no fuera por el hecho de que viene acompañada de la informalidad", afirmó el coordinador.

En noviembre de 2017 entró en vigor la reforma laboral propuesta y sancionada por el presidente de facto Michel Temer. 

La misma establece nuevas modalidades de contratación, amplía los acuerdos temporales de trabajo, posibilita aumentar la jornada laboral y disminuye el tiempo de descanso, interfiere en las funciones de los sindicatos y permite a embarazadas o gestantes trabajar en ambientes insalubres.