El gobernador del estado brasileño de Paraná (sur), Carlos Massa Ratinho Júnior, sancionó la ley que prohíbe el fracking en ese territorio, aprobada por la Asamblea Legislativa de la entidad.

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La normativa número 19.878, publicada en el boletín oficial el 10 de julio, establece la prohibición de las otras modalidades de exploración del suelo que pueden causar la contaminación, así como generar accidentes ambientales o afectar la salud.

Esta medida convierte a Paraná en el primer estado de Brasil en prohibir la realización del fracking. Además, deroga la Ley Estatal 18.947 de 2016, la cual suspendía esta actividad por diez años en el estado.

"Nuestro trabajo en el estado de Paraná fue arduo y, gracias al apoyo de cooperativas, autoridades, ONG y la sociedad, más de 11 millones de personas pueden respirar sabiendo que el gas de la muerte estará lejos de sus tierras", dijo el director fundador de la Coalición Brasileña de No Fracking para el Clima, el Agua y la Vida (Coesus), Juliano Bueno de Araújo.

El fracking consiste en la extracción de gas o petróleo del subsuelo con un método que incluye la inyección de agua a presión y productos químicos tóxicos, lo que contamina el suelo, el agua y el aire, perjudicando la biodiversidad y el desarrollo de esas áreas.

"Paraná una vez más sale adelante en relación con la protección de su agua, aire y suelo fértil (...) Demostramos que el fracking podría ocasionar daños ambientales y económicos irreparables", expresó el congresista Evandro Araújo.