El Gobierno de Evo Morales comenzó gestiones para interceder por el ciudadano boliviano Víctor Parada que fue condenado a la horca a la horca en Malasia por  intentar introducir a ese país 450 gramos de cocaína.

El ministro de la Presidencia, Alfredo Rada, informó que se han puesto en contacto con la familia del hombre boliviano de 30 años de edad. 

"Estamos en la obligación porque somos defensores de la cultura de la vida, estamos para defender la vida de todo boliviano dentro y fuera del país", declaró el funcionario boliviano en una conferencia de prensa. 

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Víctor Parada es oriundo de Santa Cruz y vivió en España de 2009 a 2009, cuando fue expulsado a su país natal por no tener documentaciones de residencia. 

El boliviano era carpintero, pero sufrió un accidente que le dejó sin tres dedos de la mano. 

Más recientemente, en 2013, fue detenido en Kuala Lumpur al intentar ingresar 450 gramos de drogas. De acuerdo con el testimonio de la madre, la desesperación llevó a Víctor Parada "a aceptar la ayuda económica de un señor sudafricano, el cual le dejó dinero". 

Luego el boliviano, comentó la madre, fue amenazado y presionado para introducir la droga al país asiático, donde fue capturado con cápsulas de droga ingeridas y fue sometido a la justicia. 

En Malasia rige una Ley de Drogas Peligrosas de 1952 que contempla la pena de muerte para traficantes y hasta el momento no se conoce un caso en el que se haya revertido la condena. 

"Vamos a tomar todas las vías diplomáticas de derecho internacional, porque hay tratados internacionales que defienden la vida, y por supuesto lo que es la propia Constitución Política del Estado, estamos hablando de una orden jurídica de otro país, pero siempre hay instancias de juzgamiento de apelación, incluso de indulto", explicó el ministro boliviano al respecto. 

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