La presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, ordenó este martes el cierre de fronteras para extranjeros, permitiendo el ingreso solamente a bolivianos y residentes.

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“Una nueva etapa en la lucha contra el coronavirus, una nueva etapa donde todos haremos mayores sacrificios, y por eso, una nueva etapa donde todos necesitamos aún mayor unidad”, dijo Áñez en un mensaje a la población.

Según la presidenta de facto, los bolivianos y residentes que ingresen al país, tendrán que someterse a los protocolos que han puesto el Ministerio de Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entre las nuevas medidas asumidas por el Gobierno de facto para las próximas 72 horas, se encuentran la suspensión de los vuelos internacionales y del transporte terrestre interdepartamental e interprovincial.

“Sólo se permitirán el transporte de mercancías interdepartamental, interprovincial e internacional para asegurar el abastecimiento de la población”, explicó Áñez.

Se anunció además que a partir del 18 de marzo, se reducirán los horarios en la jornada laboral de 08H00 a 13H00 (hora local) y en la atención de mercados y centros de abastecimiento hasta las 15H00 (hora local).

Asimismo se informó que el trasporte público será hasta las 16H00 (hora local) y se restringirá la circulación vehicular desde las 18H00 hasta las 05H00 (hora local) del día siguiente.

Áñez solo exceptuó a los ciudadanos que por características de sus trabajos o por necesidad de salud requieran movilizarse en otros horarios.

Finalmente, informó que las medidas estarán vigentes hasta el 31 de marzo, y pidió la cooperación de la policía y las fuerzas armadas en la aplicación de estas medidas.