El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó el sábado una declaración de 'gran desastre' para el estado de Texas por el impacto de una tormenta invernal que ha dejado al menos 60 muertos en el país.

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De acuerdo al comunicado de la Casa Blanca, la declaración de desastre permite ofrecer ayuda federal para apoyar los esfuerzos destinados a la recuperación de las zonas afectadas por las intensas nevadas.

La asistencia incluye subvenciones para viviendas temporales y reparaciones, préstamos de bajo costo con los cuales se cubrirán las pérdidas de propiedades y otros programas que permitirán a individuos y propietarios de negocios recuperarse de los efectos del desastre, reza el comunicado oficial.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, aseguró que la prioridad inmediata es continuar en las tareas de restablecimiento de la energía eléctrica en los hogares, que, aclaró, se debe ahora a la caída de líneas o a la necesidad de reconexión manual del servicio.

Millones de estadounidenses han sufrido cortes del servicio eléctrico por las frías temperaturas, principalmente en los estados de Texas, Mississippi y Luisiana.

Según la Comisión texana de Calidad Ambiental más de 14.4 millones de personas en 160 condados tuvieron interrupciones en el servicio de agua.