La Justicia de Argentina dictó el viernes la prisión preventiva para otros dos de los cuatro detenidos por el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

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La jueza María Eugenia Capuchetti sindicó a Nicolás Gabriel Carrizo y Agustina Díaz como partícipes secundarios penalmente responsables del intento de homicidio contra la expresidenta, perpetrado el 1 de septiembre pasado en Buenos Aires. 

En su decisión, la magistrada Capuchetti consideró que ambos procesados tenían en sus teléfonos celulares mensajes con información sensible vinculada con el ataque fallido contra Cristina Fernández.

Nicolás Gabriel Carrizo sería el líder de un grupo que se encubría como supuestos vendedores de copos de azúcar y para el cual trabajaban los coautores directos del intento de magnicidio, Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, pareja de este y cómplice en el plan contra la actual vicepresidenta.

Al ser interrogado por la jueza Capuchetti, Carrizo dijo que se trató de "una broma" cuando le contó por mensaje a un familiar suyo que había aportado un arma calibre 22 para el ataque, aunque luego dijo que el atentado "no tendría que haber terminado así", sin cumplir su objetivo.

En cuanto a Agustina Díaz, allegada a la novia del autor del intento de magnicidio, se supo según la pesquisa que había hablado sobre posibles formas de atacar a la vicepresidenta, y que también le reprochó a Uliarte que el atentado hubiese salido mal. Díaz, por su parte, negó estar involucrada en la agresión.

Para la magistrada, el plan contra Cristina Fernández tuvo su inicio el día 22 de abril del año en curso, fecha en la cual Brenda Uliarte habría adquirido la pistola semiautomática, que sería utilizada por su pareja Fernando Sabag Montiel para cometer el intento de homicidio contra la vicepresidenta.