Mientras prosiguen las protestas en el país del norte africano, el presidente interino de Argelia, Abdelkader Bensalah, firmó este miércoles el decreto de convocatoria a las elecciones presidenciales, fijadas para el próximo 4 de julio.

Bensalah fue designado por el Parlamento el pasado martes y ocupará la jefatura de Estado durante los próximos 90 días, según lo estipulado por la Constitución, hasta la celebración de los comicios donde no puede presentarse como candidato.

Tras nuevas manifestaciones en distintos puntos del país y la convocatoria a un paro nacional, el general Ahmed Gaïd Salah, jefe del Estado Mayor del ejército, aseguró este miércoles que las fuerzas armadas velarán por la "transparencia" y la "integridad" del proceso de transición política.

En tanto, partidos de oposición reclaman una instancia de diálogo nacional con la participación de todos los actores políticos, lo que Salah ha calificado como "irracional". En este sentido, el hombre fuerte del Ejército argelino advirtió sobre los peligros de "un vacío constitucional" si se gestionara un periodo de transición por fuera de las instituciones.

Alertó además sobre "intentos de parte de algunos países extranjeros" de "desestabilizar el país", sin dar más precisiones.

El jefe del opositor Frente de Nueva Argelia, Djamel Benabdeslam, señaló que es probable que gran parte de los sectores opositores del país se nieguen a participar en las elecciones presidenciales programadas para el 4 de julio.

"Las protestas continuarán hasta que todos los partidarios del expresidente Abdulaziz Buteflika dejen el poder", indicó en declaraciones recogidas por la agencia Sputnik.

Argelia atraviesa una crisis política desde el pasado 22 de febrero cuando iniciaron protestas y manifestaciones que llevaron a la renuncia de Buteflika el pasado 2 de abril. El exmandatario aspiraba a un quinto mandato presidencial.