Un brote de coronavirus en la industria cárnica Tönnies, de la ciudad alemana de Gütersloh, con al menos 657 personas positivas a la Covid-19, ha puesto de manifiesto la situación de los migrantes de Europa del Este, quienes cumplen contratos bajo precarias condiciones laborales y viviendas hacinadas.

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Las autoridades de esta ciudad del oeste aleman, informaron que hasta el momento se han realizado 983 tests, y consideraron que el número de positivos podría aumentar, pues en las instalaciones de Tönnies han trabajado hasta 7.000 personas en los últimos tiempos.

Muchos de estos trabajadores, refieren medios locales, están alojados en instalaciones comunales. En este sentido, explicaron que la pandemia ha evidenciado las dificultades de la industria cárnica en el país, por la imposibilidad de respetar y cumplir las medidas de distanciamiento e higiene.

A inicios de mayo fue cerrado también otro matadero en la ciudad de Coesfeld, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, cuando se detectaron cerca de 130 casos positivos a la Covid-19. Este caso puso a relieve las precarias condiciones laborales de la mano de obra inmigrante y temporal, lo cual llevó a que el Gobierno anunciara en mayo reformas estructurales, como la prohibición de la subcontratación del trabajo de envasado.

La planta de Tönnies que fue afectada por el brote de Covid-19, y que incluye matadero e instalaciones de envasado de carne, interrumpió totalmente sus funciones. En la ciudad donde se encuentra ubicada, viven aproximadamente 362.000 habitantes, y a raíz del repunte de casos, fueron cerradas escuelas y guarderías de toda la circunscripción, hasta el inicio de las vacaciones escolares, que debían comenzar el 29 de junio.